jueves, 8 de marzo de 2012

Bitácora IX


SÁBADO 16 DE JULIO. DÍA 133
Cuando abrí los ojos la Sofi me dijo “feliz cumpleaños”, y me dio un beso cariñoso. Sincero.
Por la mañana fuimos invitados a un programa de televisión que conduce un catedrático de la ciudad. Con la Sofi, Manuel y Barthelemy nos cagamos de la risa delante y detrás de cámara. Apenas nos sentamos en la mesa donde nos entrevistaría, se prendió la luz de “al aire” y el tipo empezó a despacharse apasionadamente contra los chilenos en general, porque en una publicidad oficial muestran el pisco y el ceviche, supuestamente apropiándoselo. A medida que el tipo continuaba se iba enojando cada vez más, y nosotros con cara de qué hacemos acá.
La entrevista duró un buen rato y fue mechada con imágenes de fotos y videos de algunos talleres que hicimos. Como nos pasa bastante seguido acá, sentimos que el entrevistador no solamente que no nos escuchaba nada, sino que además le chupaba un huevo. Miraba la hora y otros papeles midiendo lo que restaba para el cierre.
El “periodista” era uno de esos tipos que incómodamente quieren pretender ser extremadamente formales, en un acto de estoica incongruencia con su facha, su léxico, el estudio televisivo y el olor que venía del inodoro desbordado a unos metros. Todo un personaje teloneado por una gran tafeta roja y blanca brillante en forma de abanico, emulando la bandera nacional.
Al mediodía hice un “asadito” para varios amigos que llegaron. Y de postre el partido de Perú alentando con pisco.
Después vino lo mejor.
Estos dos monstruos planificaron una salida a un pampa de adentro, donde hay líneas y geoglifos espectaculares. Pero la idea era ir a la tarde y esperar la salida de la luna llena ahí.
Así que llenos de bártulos y una botella de pisco emprendimos la poco legal empresa.
Me cuesta montones contar aquellas sensaciones inigualables con palabras.

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